jueves, 18 de octubre de 2012

4.2.: INVESTIGACION EN EL SANATORIO DE AGRAMONTE, TARAZONA (ZARAGOZA) - 23 de JULIO del 2011 -


"La soledad es muy hermosa... cuando se tiene alguien a quien decírselo." GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER


     Hacía ya bastante tiempo que andábamos buscando una edificación que tuviera leyenda de estar "encantada" y que estuviera relativamente cerca de Navarra. Hasta el momento solo habíamos visitado lugares de exterior y pensábamos que la sensación de estar "encerrados" en un edificio no tendría nada que ver con lo vivido en nuestras anteriores investigaciones. Así que tras ver en Cuarto Milenio un reportaje sobre el Sanatorio de Agramonte, decidimos que este seria nuestro siguiente destino.

     A las 20 horas del 23 de Julio llegamos al aislado hospital abandonado ubicado en las faldas del Moncayo. El edificio que cuenta con dos alas diferenciadas, no es excesivamenente grande pero si lo suficientemente amplio como para pasar al menos un par de horas inspeccionándolo en profundidad. Como es costumbre en estas localizaciones y ya que al parecer el gamberrismo llega a cualquier lugar por apartado que este pueda estar, el complejo entero se encuentra lleno de destrozos y pintadas por todos lados. 




     Para esta investigación hemos venido Bea, Joseba, Rubén, Javi, Andrea, Sara y yo. Comenzamos dando una vuelta de reconocimiento primero, entrando por la cocina cercana al horno crematorio donde se deshacían del material sobrante del hospital e incluso dicen que de algún cadáver...


...pasando por el comedor y la sala de calderas...

...hasta llegar a la iglesia donde montamos nuestro campamento base.

     A las 23:00 comenzamos la incursión nocturna con todo el aparataje de investigación, dirijiéndonos en primer lugar a la sala de calderas donde realizamos la primera sesión de psicofonías, no obteniendo ninguna inclusión en ella. Seguimos andando por las diferentes habitaciones del hospital siempre grabando tanto con la cámara de vídeo como con la grabadora de audio. A los 15 minutos de comenzar, esta voz que parece decir "BEA", es captada por nuestra grabadora.


     Poco después, justo cuando salimos de la zona de balcones donde sacaban a tomar el aire a los enfermos,  hay un momento en el que a Sara le parpadea la linterna. En ese instante no le damos ninguna importancia pero mas tarde comprobamos en los audíos que una voz se cuela justo cuando esta sucediendo...


     Acto seguido subimos al desván y seguimos grabando y preguntando durante un buen rato. Esta baja pero profunda habitación es la única en todo el complejo hospitalario donde no me encontraba agusto, llegando incluso a sentir escalofríos por todo el cuerpo durante casi la totalidad del tiempo que estuvimos ahí arriba...



...Y es que no era para menos después de grabar esta clarísima psicofonía en su interior. La voz de una niña llamando desconsolada a su madre.




     Bajamos del desván y decidimos volver a la iglesia para cenar...

     Una vez hemos cenado y coincidiendo mas o menos con la una de la madrugada, una polilla se posa en el hombro derecho de Rubén dándole un gran susto. Rubén estaba convencido de que alguien le había tocado aun asegurándole Javi que él mismo había visto a la polilla en cuestión. Se nos ocurre entonces realizar una sesión de grabación de audío. Comenzamos y tras 4 minutos y medio obtenemos estos clarísimos pasos que parecen acercarse a nuestra ubicación...


     ... Y justo minuto y medio después yo planteo la típica pregunta de "¿Puedes manifestarte?" escuchando unos segundos después un fuerte golpe en algún lugar alejado del edificio, como si alguien hubiera dado un puñetazo a una de las paredes. Este fuerte golpe lo pudimos oír todos en directo y se repitió exactamente igual, tan solo dos minutos después, no escuchando nada parecido en todo el resto de la noche... noche por cierto sin un ápice de viento.

 

     ... Curiosamente, obtuvimos también una extraña fotografía. Fue justo cuando nos levantábamos para volver a dar otra vuelta por el hospital. La realicé con mi teléfono móvil y salió bastante desenfocada debido a que me estaban apuntando con dos linternas. Aun así se ve algo en las escaleras que se asemeja, a nuestro parecer, al espectro de una monja de las de antes observándonos desde las escaleras que hay justo delante de la entrada de la iglesia. Podemos incluso distinguir un largo hábito que cubre por completo el cuerpo y la toca típica de las monjas.



     A las 2 de la madrugada dejamos el equipo en funcionamiento dentro de la iglesia y esperamos media hora en los coches para ver si podíamos captar algo interesante, pero no obtenemos nada. 

     Ya hacia las tres de la madrugada decidimos irnos y cuando estamos llegando a los coches me acuerdo de que antes habíamos pasado por lo que parecía el quirófano del hospital. Regresamos entonces Bea, Joseba, Rubén y yo para grabar unos minutos antes de irnos definitivamente. Aparte de unos estruendosos ruidos que mi tripa generó y que fueron motivo de burla durante la grabación, este extraño gemido fue captado por nuestro magnetófono.



     Muchas cosas sucedieron aquella fria madrugada. Cosas que no supimos que existían hasta analizar luego los audios, fotos y vídeos que generamos en aquellas siete horas y media de invetigación. La sensación que nos llevamos fue de que algo o alguien sigue ocupando las pequeñas habitaciones de este abandonado hospital, quizas agonizando aun por tan cruel y dolorosa enfermedad que a tantos se llevó.

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